“La soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos«. García Márquez
En la era de las conexiones digitales y las redes sociales, la soledad, el aislamiento, la pérdida de vínculos y apoyos se ha convertido en un problema cada vez más relevante en nuestra sociedad. Este fenómeno que podemos enmarcarlo en lo que se ha denominado con el nombre de desafiliación social, o la pérdida de vínculos sociales y comunitarios, ha sido ampliamente abordado por destacados pensadores como Zygmunt Bauman y Robert Castel, así como por psicólogos contemporáneos, y nos invita a explorar las complejas dinámicas de este fenómeno y, al mismo tiempo, buscar soluciones para abordarla desde la terapia.
I. Soledad no deseada y la metáfora de la sociedad líquida de Bauman:
El influyente sociólogo Zygmunt Bauman ha utilizado la metáfora de «modernidad líquida» para describir nuestra sociedad actual, caracterizada por relaciones efímeras y cambiantes. Tras las caída de las estructuras clásicas como la familia o un trabajo para toda la vida, lo que se exige de las personas es una flexibilidad que también atañe a las relaciones personales que formamos.
En este contexto, la soledad no deseada y el aislamiento se manifiesta como un sentimiento persistente de desconexión. Podemos decir que esta soledad se origina en la falta de raíces sociales sólidas, y sugiero que la terapia puede ofrecer un espacio para explorar y reconstruir conexiones significativas.
II. La desafiliación en la obra de Robert Castel:
Otro gran autor es Robert Castel, con un magnífico trabajo sobre la «desafiliación» y la exclusión social cuyo título es «La metamorfosis de la cuestión social». Castel destaca cómo es este proceso de la pérdida de vínculos sociales que sustentan a los individuos, y cómo poco a poco el sistema de producción le va dando un sentido cultural peyorativo a esos vínculos. A partir de su trabajo podemos comprender por ejemplo, la soledad como un síntoma de un sistema social desequilibrado y, por tanto, abordarla desde una perspectiva más amplia. La terapia puede ser una herramienta poderosa para ayudar a las personas a recuperar su sentido de pertenencia siempre y cuando su trabajo haga el doble camino de lo individual a lo colectivo.
A partir de Castel podemos pensar en otro de los referentes clásicos de la sociología como es Durkheim, y uno de los aspectos sociales vinculados a esa soledad como es el suicidio. Para Durkheim el suicidio no es un fenómeno individual, sino que está influenciado por factores sociales y culturales como las normas sociales que dan sentido a la convivencia en sociedad. Podemos decir que uno de los factores que más influyen en la tasa de suicidio son la integración social y la regulación social en una sociedad. Estos factores tienen su pegada por ejemplo en el sentido que cada persona puede experimentar de pertenencia social a grupos o la experimentación de sentido de la vida.
III. Psicología contemporánea y la soledad no deseada:
Investigadores y psicólogos contemporáneos han profundizado en el estudio de la soledad no deseada desde diversas perspectivas. Sus investigaciones han revelado que la soledad crónica puede tener efectos perjudiciales para la salud mental y física. De hecho debemos hablar de la soledad no deseada como un gran riesgo para la calidad de vida de las personas, y por ello la importancia de abordar este problema de manera activa y efectiva.
Abordando la soledad no deseada en terapia:
La terapia ofrece un espacio seguro y de apoyo para aquellos que luchan con la soledad no deseada, y que a veces puede ser experimentada con emociones de vergüenza. Aquí hay algunas estrategias terapéuticas que pueden ser útiles
- Desarrollo de habilidades sociales y de comunicación para ayudar a las personas a construir conexiones significativas, así como a abrirse y pedir ayuda o comprensión en momentos más complicados.
- Comprensión de los aspectos de cómo está organizada la sociedad, así como de la historia personal, que están detrás de la soledad.
- Conexión con diversos recursos comunitarios como asociaciones, clubs de lectura o cualquier otro espacio social que pueda ser útil y significativo para la persona en cuestión, y que hasta el momento no se lo hubiera planteado.
- Fomento de la autocompasión y la autoaceptación, reduciendo la autocrítica y el estigma.
- Explorar el tipo de problemas percibidos en las relaciones sociales así como los medios y recursos para mejorar las relaciones.
- Enfoque en el fortalecimiento de la resiliencia emocional para hacer frente a la soledad.
- El cuidado y mantenimiento de vínculos sociales más allá de la relación de pareja.
Conclusión:
La soledad no deseada es un desafío que afecta a muchas personas en nuestra sociedad actual, y su impacto en la salud mental y emocional no debe subestimarse. Sin embargo, como hemos visto a través de las perspectivas de pensadores como Bauman y Castel, así como la investigación actual en psicología, existen enfoques terapéuticos efectivos para abordar este problema. La terapia puede ser una vía valiosa para ayudar a las personas a superar la soledad no deseada, reconstruir conexiones significativas y vivir una vida más plena y enriquecedora. Es hora de tomar medidas y brindar apoyo a quienes enfrentan este desafío, para construir una sociedad más conectada y solidaria.

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